- Reconocimiento de desperfectos y limpieza general
- Comienzo de la acción a las 16:00 de la tarde
- Finalización a las 18:30 de la tarde.
- Número de personas integrantes de la cuadrilla: 2.
- Herramientas: 1 pala y una carreta.
Aprovechamos este día laboral para acercarnos dos personas a la pecuaria e ir limpiando pequeñas cosas que van quedando de días anteriores. Nada más llegar, nuestros ojos no cesan de advertir sorpresas, la mayoría desagradables. La primera en la frente, observamos huellas que podrían ser fácilmente de una maquina pesada que se dirigen hacia las dos naves que se ven desde la rotonda de la vía pecuaria. Nos encontramos con que una de ellas tiene parcialmente derruido el tejado. Obviamente se deduce que no es fruto de un tsunami sino de la acción humana. Las planchas del tejado de esas naves contienen
fibra de amianto ("uralita"), un componente altamente tóxico cuando se manipula por culpa de los residuos que emite. La normativa obliga a protegerse seriamente para su manipulación y
es imprescindible deshacerse de los residuos en un lugar habilitado para ello. Pues bien, los residuos yacen en el suelo y podríamos decir que la zona se encuentra altamente contaminada. Da la impresión de que a nadie parece importarle.
Dejamos atrás el espanto que nos produjo tal hallazgo y nos topamos con la segunda sorpresa. El día anterior habíamos descubierto, tras quitar la maleza, una especie de caldera de acero fijada al suelo por unas placas de hormigón. Dicha caldera había desaparecido y comprobamos que utilizaron un martillo hidráulico para levantarla. Se llevaron la caldera y nos dejaron varios residuos de plástico en la zona. Al menos segaron una parte de la maleza para poder sacarla. Nos han ahorrado unas horas de trabajo.
Después de los dos sustos anteriores, y cuando ya pensábamos que nada más podría ocurrir (con la típica ingenuidad que nos caracteriza), nos topamos con una nueva sorpresa. Los residuos acumulados en la explanada de la entrada principal habían crecido considerablemente y evidentemente, son residuos ajenos a la pecuaria. Escombro de obras, plásticos y restos de la poda de setos.
Conclusión. La bella Finca la Pecuaria, un entorno natural situado en una de las zonas más bonitas de Gijón, se está convirtiendo en un vertedero, no sólo de residuos orgánicos, sino de residuos altamente tóxicos que pueden afectar tanto a los vecinos como a los usuarios de la misma.
Entendemos como imprescindible poner estos hechos en conocimiento de los vecinos de la zona por medio de la asociación. De todas formas, no pensamos que un posible cierre de la Pecuaria mediante un vallado o algo similar sea la solución, puesto que medidas como esta no evitarían su degradación irremediable. Sólo un uso racional del espacio podría evitar consecuencias imprevisibles para la salud del entorno. Nosotros hace más de un mes que lo estamos haciendo.
Respecto al trabajo realizado en este día, a parte del reconocimiento descrito con anterioridad, nos hemos dedicado a seleccionar las tejas que había en buen estado y acondicionar un espacio para su custodia. El espacio seleccionado fue el hueco bajo la escalera de acceso al hórreo, posteriormente limpiamos y acondicionamos el espacio alrededor de donde se encontraban las tejas.
